El hombro es la articulación con más movilidad del cuerpo y, por ello mismo, la más vulnerable. Cualquier cambio en su complejo equilibrio puede comprometer su funcionalidad, causar dolor y limitar la vida de la persona afectada.

 

 

Es una articulación con muchísima sensibilidad: las molestias se sufren especialmente por la noche y es habitual que la persona, por dolor y/o aprensión, se autolimite en sus movimientos intentando atenuar los síntomas.

 

Las lesiones de hombro se producen normalmente por la edad, asociadas a movimientos repetitivos por motivos laborales, o por la práctica deportiva. Pueden aparecer por desgaste, traumatismo o caída, o ambas cosas (un hombro con desgaste que sufre una caída). El tabaquismo y la diabetes son factores que influyen en el deterioro de los ligamentos.

 

 

 

 

Mientras que las articulaciones de rodilla y cadera son esenciales para estar de pie y andar, y cualquier lesión en ellas tiende a consultarse con más rapidez, sufrir una lesión de hombro puede ser compatible con una vida normal. Es frecuente que la persona consulte a un especialista cuando la lesión está avanzada, lo que complica el tratamiento y retrasa la recuperación.

 

Para el diagnóstico de la lesión, el equipo de Artrosasun realiza siempre un completo estudio radiográfico y por resonancia magnética. Esto nos permite definir con exactitud el estado del paciente, descartando otras posibles lesiones.

 

Frecuentemente, recurriremos en primer lugar al tratamiento conservador, gestionando el dolor y programando un programa específico de ejercicios de rehabilitación supervisado por el cirujano. Colaboramos para ello con especialistas en dolor, rehabilitación y las técnicas terapéuticas más avanzadas.

 

Es importante destacar que, en lesiones de hombro, la rehabilitación debe ser específica, supervisada y realizada por profesionales especializados en esta articulación. Ciertas lesiones son muy delicadas y complejas, y una rehabilitación incorrecta puede perjudicar al paciente.

 

Ante lesiones graves o que no remiten, acudiremos a quirófano. La artroscopia de hombro es una técnica mínimamente invasiva y muy eficaz para resolver las lesiones más habituales de hombro. Requiere un tiempo mímino de ingreso y facilita un postoperatorio leve.

 

En casos excepcionales, lesiones muy graves o muy cronificadas, puede ser necesaria la cirugía abierta.

 

Tras pasar por quirófano, será imprescindible iniciar lo antes posible movimientos para prevenir la rigidez. La autorehabilitación, es decir, los movimientos realizados por el propio paciente, es la mejor aliada para una buena recuperación. Establecemos un plan de ejercicios personalizado, enseñamos al paciente a realizarlos correctamente y supervisamos su evolución, con revisiones periódicas.

El hombro tiende a deteriorarse por la edad, especialmente si trabajas muchas horas con los brazos en alto. Ante la aparición de cualquier dolor o limitación, consulta lo antes posible a un especialista.